viernes, 11 de enero de 2008

SILENCIO


La palabra no dicha resuena en un estruendoso silencio en mi cabeza.
Me aturde lo que no puedo saber porque aún para muchos nos fue negada la posibilidad de leer los pensamientos ajenos.

Estaba en el camino del creer que podíamos construir juntos un sin fin de historias. Que nuestras almas más allá de nuestros cuerpos, estaban en absoluta sintonía. Pero no. No fue así.
Te escabulliste sin darme aviso previo. Prescindiste de mí sin darme la posibilidad de prepararme para ese golpe.

Y aún te espero.
Y aún te pienso
Y todavía tengo la intención de conjugar la palabra.

Pero no puedo. No tengo receptor. Por eso estoy aprendiendo a callar. A imaginar conversaciones o a revivir las que tuvimos alguna vez. Prefiero no perderme en monólogos hirientes o en ilusiones absurdas.

Solo aprendí a callar o lo que es peor, a resignarme, aunque peleo permanentemente con mi naturaleza para que esto no pase.


Claudia Montesino

2 comentarios:

EDUCACIÓN Y CULTURA dijo...

Me gustan mucho las fotos, Martina es igual a vos!!!.
Anita.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.